Quienes buscan generar enfrentamientos armados han encontrado políticos que están a la altura de la circunstancia y que han comprendido los intereses imperialistas ocultos en este atentado.
Por: Andrés Rodas
FIPU PRESS | FOTO: THE
NEWS DOCTORS
Andrei
Karlov, embajador ruso en Turquía, sufrió un atentado terrorista en Ankara, fue
tiroteado en la capital turca cuando se disponía a inaugurar una exposición fotográfica llamada “Rusia vista por los turcos”.
El
asesino, Mevlüt Mert Altintas, agente de la policía turca, que aprovechó su
condición de miembro de las fuerzas de seguridad para infiltrarse en el acto, gritó
una serie de consignas posteriores a su ataque terrorista: "¡Allahu Akbar!
('Alá es grande')", fueron las primeras palabras que gritó. Después, profirió
los aparentes motivos de su ataque: "¡No olviden Siria! ¡No olviden Alepo!
¡Mientras que no estén seguros, usted no estará seguro! ¡Los responsables de
las atrocidades tienen que pagar el precio aquí!".
Este
acontecimiento se dio un día antes de la reunión tripartita entre Turquía, Rusia
e Irán; con el fin de dar los pasos
necesarios para encontrar una solución a la crisis humanitaria que está
sufriendo Siria y construir una vía de paz, para ese país de Medio Oriente.
El
ataque terrorista que acabó con la vida del embajador, es una estrategia para
romper las relaciones exteriores entre Rusia y Turquía.
Así
lo ha comprendido el presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin: “El
asesinato del embajador va contra los lazos ruso-turcos y la paz en Siria”. Igualmente
su homólogo turco, Erdogan, afirmó que el asesinato de Andrei Karlov es una
provocación destinada a sabotear la reconstrucción de las relaciones bilaterales
entre Turquía y Rusia.
Ambos
países están trabajando conjuntamente, con el fin de esclarecer el atentado
terrorista que le costó la vida a Andrei Karlov.
Al
parecer Turquía está tomando un nuevo camino, pues ha pasado de ser un fiel
siervo de EE.UU para dar pasos hacia su emancipación. Un claro ejemplo fue la
amenaza con su salida de la OTAN en la que el ministro de exteriores turco
llegó a decir que si la OTAN llegara a "perder" a Turquía sería por
culpa de la misma Alianza y no debido al acercamiento del país con Rusia, China
u Oriente Próximo.
Este
atentado hacia Rusia en territorio turco es una clara muestra de intento de
desestabilización promovido desde otro agente externo, que solo tiene como objetivo
promover más guerra y mantener el control sobre Oriente Medio a través del
terror, así lo han demostrado las guerras que han fragmentado los países del
bloque árabe.
El
asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en 1914 en Sarajevo
desencadenó la Primera Guerra Mundial, esa fue la “justificación” del inicio de
un conflicto a gran escala. Hoy en día el contexto social, político y económico
dista mucho del que se tenía a principios del siglo XX, por lo que quienes
buscan generar enfrentamientos armados han encontrado políticos que están a la
altura de la circunstancia y que han comprendido los intereses imperialistas
ocultos en este atentado.
Quienes esperan que la guerra en Siria se prolongue, que Rusia y Turquía inicien un nuevo conflicto, son también responsables de la polarización del mundo, aplicando perfectamente la “construcción del enemigo” sobre otras naciones que vayan en contra de sus intereses, son los mismos que durante décadas han creado y se han beneficiado de las guerras en Oriente Medio: EE.UU y sus aliados.
Quienes esperan que la guerra en Siria se prolongue, que Rusia y Turquía inicien un nuevo conflicto, son también responsables de la polarización del mundo, aplicando perfectamente la “construcción del enemigo” sobre otras naciones que vayan en contra de sus intereses, son los mismos que durante décadas han creado y se han beneficiado de las guerras en Oriente Medio: EE.UU y sus aliados.
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