“La oposición venezolana debe comprender que el único camino de resolución es el diálogo”, Ernesto Samper
El acuerdo de paz en Colombia es una reiteración de la vocación de paz de la región. Todos los países de la región colaboran con el proceso de paz de La Habana, porque hay un sentimiento sincero de que se consolide la paz.
Por: Mariano Quiroga
Pressenza
| Foto: Prensa Unasur
Era
una mañana muy soleada en La mitad del mundo y mientras en otros espacios de
Unasur se estaban llevando adelante otros eventos, una decena de periodistas
internacionales se disponía a conversar con Ernesto Samper. Fue una grata
sorpresa descubrir que en el cuadro con las fotos de los presidentes de Unasur
seguía resistiendo la imagen de Dilma Rousseff, pese a las intensas gestiones
que habían llevado adelante los nuevos representantes brasileños de José Serra
y de quien aparenta gobernar Brasil, Michel Temer.
Frente
a nuestros jugos de fruta, Ernesto Samper, nos aseguró que era mucho más locuaz
“off the record” que “on the record”. Obviamente, este artículo se compone del
“on”, que de cualquier manera no fue escaso, ni anodino. Entremos en la materia
discursiva que acompañó este desayuno con prensa extranjera del Secretario
General de Unasur.
Destacó
inicialmente como tema de agenda la ciudadanía sudamericana, el permiso de
residencia de Unasur, la homologación de títulos universitarios regional, el
pasaporte sudamericano y el visado de turismo de Unasur, “estamos convencidos
que este tema de la movilidad de las personas es mucho más importante que la
movilidad de los bienes”. Y aseguró que Unasur maneja datos que indican que
Sudamérica no es una región de migrantes, “nuestra población migrante es del
2%, contra un 5% en el resto del mundo” y que la amplia mayoría (67%) de los
sudamericanos quiere quedarse en su región y que eso “es un activo para la
integración”.
A
su vez, comentó los avances del programa para la fabricación de medicamentos
genéricos en la región y la creación de un Banco de medicamentos, también se
refirió al ferrocarril transoceánico y su puesta a punto en Bolivia para unir
los trenes orientales con los occidentales y de los estudios para la
instalación de la fibra óptica para tener un círculo de banda ancha en todo el
continente para las comunicaciones.
Contexto
internacional
“El
Brexit es un retroceso en los procesos de integración, la salida de Inglaterra
de la Unión Europea nos preocupa porque detrás de ese retroceso, existe la
tendencia peligrosa de la vuelta hacia los nacionalismos, que podemos asociar a
lo que fueron las dictaduras de nuestro continente, podrían reaparecer en medio
de las dificultades que se están viviendo en Europa. Los perdedores del Brexit
en Inglaterra son, esencialmente, los jóvenes, los migrantes y los pobres. Y en
nuestra región si los países empezaran a renunciar a sus compromisos de
integración, los perdedores serían los mismos: los jóvenes, los migrantes y los
pobres” advirtió el colombiano.
Fue
crítico sobre el rol que se lleva adelante en la lucha del terrorismo,
“combatimos a los emisarios del terrorismo, pero no se hacen los mismos
esfuerzos por entender cuáles son las causas que están alimentando este
comportamiento demencial” denunció. A la vez propuso que se realizara una
cumbre mundial de reflexión sobre el problema, las raíces y lo que se esconde
detrás de estas actitudes. Una cumbre amplia, donde además de políticos, haya
intelectuales, académicos y que el mundo se ponga a pensar en serio en este
tema. Dijo que Unasur podía albergar una cumbre regional sobre este tema.
Lo
bendito: cese al fuego en Colombia
“Toda
persona tiene que reconocer que la firma del cese al fuego entre las FARC y el
gobierno en La Habana es un avance histórico. Nunca había llegado tan lejos un
proceso de paz en Colombia. Celebrar ese hecho no nos impide expresar una
preocupación sobre la circunstancia de que no hubo una participación profunda
de la sociedad civil en el logro de estos acuerdos. Eso explica por qué en las
encuestas, los colombianos consideran que no es necesario hacer concesiones a
la paz, entendiendo que es algo que se puede dar gratis. No debemos dejarnos
contagiar del optimismo que se vivió en La Habana, el tema del plebiscito no
está ganado, hay que hacer un gran esfuerzo para desarrollar una pedagogía de
socialización de los acuerdos de paz entre la población civil” opinó. Y también
criticó a “aquellos que sistemáticamente están dedicados a controvertir y
sabotear los acuerdos”. “Uribe lleva tratando de manejar la agenda del país
hace 14 años y debería ya pasar la página de la guerra y mirar hacia adelante,
sintonizarse con la paz”, y agregó “no podemos estar dándoles el gusto a esos
pocos que están en contra de la paz”.
Samper
puso de relieve “lo que ya hemos ganado en materia de paz: que no se haya
vuelto a presentar, por cuenta de las FARC, un secuestro en los últimos 3 años,
que podamos comenzar a desminar los campos que tienen más de 5 millones de
minas sembradas, que se estén sacando a los niños de la guerra y que se
desmovilicen el 80 %, o algo más, de los frentes de las FARC es una excelente
noticia como avance de la paz”, que no es lo mismo que decir “que mañana se
acabó todo hecho de violencia”.
El
ex primer mandatario colombiano lamentó que no se hubiera podido negociar
conjuntamente con las FARC y el ELN, lo que hubiera evitado que cada grupo
buscara mostrar protagonismo. “Hay temas del ELN que deben ser consideradas
como parte de la agenda. Hay que humanizar el conflicto, eso fue algo que le
faltó al proceso de La Habana”, expuso.
Destacó
a la región como una zona de paz, donde no hay conflictos por diferencias étnicas,
religiosas o de índole de clase social y subrayó la ausencia de armas
nucleares. “El acuerdo de paz en Colombia es una reiteración de la vocación de
paz de la región. Todos los países de la región colaboran con el proceso de paz
de La Habana, porque hay un sentimiento sincero de que se consolide la paz”,
aseguró.
Recordó
que hace unos años hubo un intento de instalar bases norteamericanas en la
frontera entre Colombia y Venezuela, “que fueron directa e inmediatamente
rechazadas por el Consejo de Defensa Sudamericano, como una afirmación de este
concepto de paz”.
No
podía dejar pasar la posibilidad de preguntarle a Samper por el proyecto de
instalación de las bases militares estadounidenses en territorio argentino y si
había alguna postura al respecto de parte de Unasur. Esto me dijo: “No hemos
tenido información, ni reclamo, ni tenemos tampoco un conocimiento respecto de
que el Consejo de Defensa lo haya asumido. Obviamente, estamos hablando de un
tema de bases que, de alguna manera, afecten la estabilidad regional, que es el
ámbito en el cual se mueve Unasur. Independientemente del derecho de los países
a tenerlas o no tenerlas”. Y demostró que sigue estando ligero para las fintas.
El
karma: Venezuela y Brasil
Samper
se refirió a dos caminos posibles para el conflicto venezolano: aumentar la
polarización, radicalizar la situación y el otro camino es la búsqueda de una
solución pacífica, del diálogo. “Nosotros escogimos este último y lo estamos
manejando institucionalmente” dijo. Para luego destacar el rol de veedor de
Unasur en las elecciones de diciembre pasado. “El buen resultado de esa
veeduría nos dio ánimos para proponer un diálogo entre el gobierno y la
Asamblea”, y agregó “uno de los temas más importantes es reducir la
polarización en Venezuela, para eso es necesario un reordenamiento
institucional y la distribución de poderes. La intermediación de los
cancilleres de Colombia, Ecuador y Brasil consiguió que se renunciara a la
violencia utilizada los años pasados. Maduro le propuso al presidente de la
Asamblea que hubiera un diálogo directo entre ellos. Eso es fundamental”
consideró.
Habló
de la necesidad de avanzar en una comisión que muestre lo sufrido por las
víctimas de las guarimbas, pero también que permita alivianar el peso de la
justicia sobre los detenidos, para bajar el nivel de polarización. “Hemos
encontrado bastantes dificultades para el tema del diálogo. Quiero insistirle a
la oposición, delante de ustedes, sobre la importancia del diálogo. Nosotros
nos demoramos 280 mil muertos en Colombia para entender que no había una salida
distinta al conflicto armado que una salida política. Hay que erradicar la
violencia de la política, la oposición pide como condiciones para negociar, lo
que debería negociarse en la mesa” explicó el secretario.
“Detrás
de este panorama político hay un cuadro de crisis social y económica, por eso
estamos presentando también un plan integral al gobierno de Maduro. Esto afecta
a toda la región, no solamente a Maduro. Hemos enviado dos misiones por el tema
medicamentos, nos ayudó mucho en eso el gobierno de Ecuador, que desarrolló
luego del terremoto unos equipos especiales en estos temas. Es mucho más
efectivo el rol de Unasur para potenciar una solución dialogada y noviolenta
que aislar a Venezuela, ya vimos la experiencia de lo que fue aislar a Cuba
durante 50 años. Imponerle sanciones a Venezuela no tiene ningún sentido, es
afectar más a los venezolanos y vamos a insistir en este camino de diálogo
institucional, que creemos que es el que mejor ayuda a Venezuela de sus
dificultades” expuso Samper.
“Hay
interferencias económicas evidentes. Que un país como Venezuela que ha pagado
cumplidamente su deuda externa en los últimos años, lo volvió a hacer este año,
que tiene las reservas suficientes para atender sus servicios de deuda de los
próximos 4 años, se les esté cobrando tasas de interés en los mercados
internacionales de capitales por conseguir recursos frescos, que pasan del 25%,
eso es una clara retorsión económica en términos de agresividad. Hay que
registrarlo como un acto de agresividad” calificó para ayudar a entender las
opiniones de Maduro sobre que su país sufre una guerra económica.
“Nos
preocupa que hoy día han aparecido en Sudamérica una serie de poderes fácticos,
que son actores políticos que están haciendo política sin responsabilidad
política, en medio de la crisis de los actores políticos tradicionales, los
partidos y los congresos. Y entre esos poderes fácticos están los grupos
mediáticos de propiedad de grupos económicos, los jueces y fiscales que están
haciendo protagonismo político, dentro de una campaña de judicialización de la
política, que es muy peligrosa, oenegés internacionales que vienen a pescar en
el río revuelto de nuestros propios intereses y esos poderes fácticos están
empezando a afectar la gobernabilidad democrática y no quiero mencionar el caso
Brasil y tenemos que tener los ojos muy abiertos al impacto que estos poderes
no regulados, pueden producir sobre la democracia” se explayó.
Pero
yo no estaba dispuesto a irme sin tener una opinión más clara sobre lo sucedido
en Brasil. Así que insistí preguntándole sobre la lectura del apartamiento de
Dilma de su cargo y la incidencia demoledora de los medios de comunicación. “Yo
tengo un compromiso con el canciller de Brasil, que además, somos buenos
amigos, de que pasada la decisión del Senado…”.
No
pude evitar interrumpirlo “¿Qué canciller, el actual o el elegido por el
pueblo?”.
Se
sonrió y me confirmó que se refería al actual, a José Serra. “Estamos
pendientes de los resultados del juicio, hemos pedido que se respete el derecho
de la presidenta a la legítima defensa y creemos que mientras no se tome esta
decisión, la presidenta sigue siendo presidenta constitucional. Eso como
resultado de mi acuerdo con el canciller”. El tono de su respuesta era grave y
de preocupación.
Despedida
Samper dejó abierta
la posibilidad de ser reelegido en su cargo, dependiendo, claro, “de cómo le
vaya al DT en sus partidos”. Mientras recorríamos el edificio de Unasur,
comentábamos los cuadros, ampliaba algunas de las respuestas “off” y posábamos
para las fotos de rigor, insistió en burlarse de los argentinos (a quién yo
representaba) por los resultados futboleros recientes (además de la derrota en
la Copa América, estaba la reciente derrota de Boca Juniors contra
Independiente del Valle). “Mire, Ernesto, con tal de no ver a Macri levantando
una copa, estoy dispuesto a perder a todo durante 4 años” le dije. Volvió a
reírse y nos llevó hasta su oficina, en la punta del edificio que se sostiene
sobre el vacío, entre las grandes montañas. Un lugar que se presta para el
recogimiento y el análisis desapasionado de los conflictos que envuelven a
nuestro continente. En todo caso, la mirada de Samper aportaba calma y sentido
común a las agitadas realidades nacionales.
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